domingo, 31 de mayo de 2015

Carta de despedida como director de la oficina del Sōtō Zen Europeo. Giuseppe Jiso Forzani

Tras cinco años desempeñando el cargo de director de la oficina europea del Sōtō Zen, Giuseppe Jisō Forzani dejó de desempeñar el pasado marzo dicha función. Con ocasión de ello ha dirigido una carta a los distintos responsables de los centro sōtō de Europa, carta que después ha sido hecha pública. Dicha carta, respetuosa pero sin embargo muy crítica con la actual situación y con la deriva del zen Europeo, ha sido publicada en italiano en la página web de la Comunidad budista zen la Stella del Mattino, comunidad a la que Giuseppe Jisō Forzani también pertenece.

El contenido de dicha carta creo que es pertinente para cualquier persona interesada en hacer de la práctica del budismo zen el eje de su propia vida, incluso en el caso de que no esté formalmente vinculada en modo alguno a la escuela japonesa Sōtō Zen, como es mi caso. 
 
Considero personalmente que las razones del actual extravío del zen occidental, es decir su incapacidad cada vez mas obvia de poder dar respuesta a las necesidades espirituales de aquellos occidentales que vuelven su mirada hacia él, no solo hemos de buscarlas en occidente y en los occidentales, sino que también hemos de tener en consideración el modo en que ha llegado hasta nosotros desde los primeros pioneros japoneses que lo dieron a conocer entre nosotros, pues allí se encuentran sus raíces y en gran medida es de allí de donde deriva la actual situación de impasse. Me refiero, desde un punto de vista teórico, a Daisetsu Teitaro Suzuki, relacionado con el Zen Rinzai japonés, que a finales del ss. XIX y principios del ss. XX popularizó en occidente una visión idealizada e irreal del budismo zen japones, prácticamente desconocido hasta entonces en Occidente y, desde un punto de vista práctico, a aquellos que trajeron a Occidente, a principios de la segunda mitad del siglo XX, la práctica, entre otras cosas, del zazen, práctica central en el budismo zen, como son, de manera destacada, Shunryu Suzuki en Estados Unidos y Taisen Deshimaru en Europa, vinculados ambos al Sōtō Zen japonés.

Traducida por mí esta carta de despedida al español y habiéndola remitido por correo a algunas personas amigas, practicantes zen, esta carta, además de aquí y ahora, momento en que la hago publica yo también, ha aparecido
previamente en algunos blog españoles, cuyos administradores han considerado oportuno publicarla. Creo que este repetido eco es un claro síntoma de un malestar creciente y compartido entre muchos practicantes ante la decadencia del Zen europeo actual. He de agradecer la publicación y el valor de haberlo hecho, situándose a contracorriente de la actual deriva del zen europeo, a los siguientes blog españoles:

Zen Gipuzkoa 
Zen Online
Grupo Zen Soto de Murcia Hei Shan

Dentro de unos días publicaré así mismo una segunda carta, continuación de esta primera, en la que Giuseppe Jisō Forzani profundiza y precisa aquello que dice en este primer correo.



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Carta de despedida como director 
de la oficina del  Sōtō Zen Europeo


Queridos Amigos y Amigas.

El comienzo de la primavera coincide este año, en mi caso, con el fin del encargo como director de la Oficina Europeo del Budismo Sōtō Zen. Con ocasión de este evento de un fin y de un comienzo, permitidme que os dirija algunas palabras de  despedida.

Os agradezco, individual y colectivamente, por la compañía que hemos mantenido en el transcurso de estos años. Ha sido para mí una buena compañía, bajo el lema de la franqueza y de la paz.

Quiero además añadir algunas consideraciones, que son también la síntesis de lo que he escrito a comienzos de este año, en la carta de despedida dirigida a los responsables del departamento internacional del Shūmuchō de Tokyo, del que la Oficina Europea depende.

El Sōtō Zen europeo ha adoptado gradualmente una forma institucional bastante definida. Esta forma no se ha originado para perseguir un objetivo común siguiendo un diseño orientado a realizar ese fin, sino por una exigencia, sentida al principio por algunos y que de hecho posteriormente se ha convertido  en la línea guía para todos, de resolver algunos problemas contingentes de gestión práctica, sobre todo de tipo administrativo. Me refiero a la adquisición de la ordenación japonesa para definir y reconocer las figuras que realizan en Europa la actividad misionera y de difusión del Sōtō zen, pero no solo. El modelo japones, en un tiempo fuertemente criticado en Europa, a menudo sin ni siquiera conocerlo, resulta hoy asumido casi acríticamente como el único válido tradicionalmente, a veces con algún retoque ocasional, en el intento de amalgamar la forma japonesa con la realidad europea.

Nos encontramos pues al interior de una progresiva, y casi despreocupada, japonesización del Sōtō Zen europeo en cuanto institución clerical. Quien observase el fenómeno desde fuera no podría sino concluir, con razón, que se está intentando importar en Europa el Sōtō Shū japonés, recreando aquí la misma atmósfera, la misma estructura y la misma función que el Sōtō Zen tiene en Japón. Es el camino fácil, y habrán siempre en Europa personas fascinadas por la estética japonesa e impresionadas por la seriedad y la fiabilidad del comportamiento de los japoneses y que buscarán imitarlo, creyendo que esto equivale a la “verdadera práctica tradicional del auténtico Budismo Zen”. Esta es la corriente en boga ahora y considero personalmente que desaparecerá en breve, no dejando un rastro duradero.

Europa tiene una base cultural y religiosa no homologable a la japonesa y los europeos tienen una estructura antropológica diferente de la de los japoneses, es por tanto fácil prever que el camino imitativo no dará más que efímeros resultados.

Pero incluso si esta predicción estuviese equivocada, no se puede ignorar que la realidad del Sōtō Shū japonés está muy lejos de ser un modelo ejemplar. Muchos sacerdotes Sōtō Zen japoneses reconocen que el sistema educativo de los jóvenes sacerdotes es impreciso y anacrónico y que debería de ser urgente y profundamente reformado, porque no estimula el espíritu de búsqueda de los individuos y no proporciona instrumentos válidos para alimentar la evolución espiritual. Ese sistema está estructurado de forma que vuelve insignificante aquello que nosotros llamamos vocación espiritual. La adopción de ese sistema en Europa, donde no existen ni siquiera las condiciones históricas y sociales que lo hacen justificable en Japón, corre el riesgo de extinguir el impulso de búsqueda y de vocación que ha caracterizado la primera fase de la presencia del Zen en Europa. La dramática ausencia de jóvenes en la mayor parte de las comunidades Zen europeas es una señal evidente de esta situación.

Creo que la primera generación de sacerdotes Sōtō Zen europeos, que es mi generación, no puede dar desde sus propios recursos ninguna contribución de renovación al desarrollo del Sōtō Zen en Europa. Está compuesta por personas próximas a los setenta años, cuando no más. Hemos hecho un notable trabajo como pioneros, pero estamos ahora en una fase fisiológicamente conservadora y, por tanto, ya no estamos en condiciones de realizar la necesaria renovación. Sería oportuno dejar esta tarea a personas jóvenes, enérgicas, curiosas intelectualmente, no sobrecargadas por el legado de una historia que, aun siendo breve, no está ausente de sombras y de cargas. Hasta que esta nueva generación no se halla formado y se vuelva autónoma, es veleidoso y prematuro querer establecer una regla guía común para la formación religiosa, admitiendo provisionalmente que este sea un objetivo a perseguir. Es la ocasión en cambio de proveer de instrumentos adecuados para el estudio de las enseñanzas y la práctica del budismo a las nuevas generaciones, que serán los interpretes vivientes del futuro del budismo. Para ir en esta dirección la colaboración con el Sōtō Shū japones puede ser  valiosa, en el caso de que también desde aquella parte se manifieste la voluntad de ponerse realmente juntos al servicio de la realidad europea, escuchando su voz y aprendiendo a conocerla.

Envío como conclusión deseos de buena salud y de buen trabajo a cada uno de vosotros y al nuevo equipo de la Oficina europea, el director rev. Sekiguchi Dōjun, el rev. Tōgen Moss y el rev. Terumoto Taibun.

Un fraternal saludo

Giuseppe Jisō Forzani
31 de marzo de 2015

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Traducción: Roberto Poveda Anadón
Fotografía: Dinamarca 2012, Roberto Poveda

13 comentarios :

  1. Muy de acuerdo, simplemente decir que todo eso ya está ocurriendo, Giusseppe no debe preocuparse.

    Pero está ocurriendo fuera de los dojos, las jerarquías, las instituciones y todas esas cuestiones irrelevantes para la maduración espiritual y que sabiamente critica.

    La juventud interesada en la espiritualidad ni se acerca a los dojos, ni a ningún otro templo, ni falta que hace. Realmente el modelo es caduco y como tal caduca. No es necesario llamar a reformarlo pues ya se ha reformado solo.

    La búsqueda espiritual sin prejuicios ni dogmas y las personas curiosas intelectualmente, incluso rompedoras ya están y hace tiempo reuniéndose y colaborando, con vocación... y con grandes logros... No ya en Europa, ocurre igual en USA pero también en Singapur, Australia, etc...

    Simplemente Giuseppe mira en el lugar equivocado.

    "La religión" creo que no va a reformarse (e igualmente no serviría de nada). No es que vaya a surgir otro modelo, es que ya ha surgido y simplemente Giuseppe (y tantos otros) no lo han visto, porque no está en los dojos, sino donde ellos no miran, y seguramente tampoco va a llamarse Zen Soto, porque todas esas separaciones Barça-Madrid, Soto-Rinzai (y cualquier otra etiqueta que te defina), también están caducas.

    Ya hay puntos de encuentro que vibran con centenares de personas de bastante menos de 70 años y de 40... indagando, meditando, intercambiando experiencias, progresando, estudiando los textos clásicos pero también expresándose de forma innovadora y fresca.

    Giuseppe puede estar tranquilo

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  2. Bueno, en realidad Giuseppe no está en los "dojos", creo que a donde quiere ir a parar quedará más claro en la segunda carta, espera un poco.

    Cuando dices que mira al lugar equivocado, ¿a donde crees que mira?

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    1. Bueno, veremos la segunda carta :)

      Aparte de los temas espirituales, me pilla de cerca un caso muy diferente que es el de los clubes de montaña... pero que está en la misma tesitura, reformarse o desaparecer por falta de juventud... lo que ocurrirá, estoy casi convencido es que desaparecerán... porque la juventud (y los no tan jóvenes) no están interesados en ese modelo (el de pertenecer a un club e ir cada semana para preparar las salidas) ni lo encuentran práctico.

      Ese modelo podía ser útil antaño, pero ahora hay otras formas de relación y ese modelo es caduco... pero ¿desaparecerá el montañismo? No, claro, simplemente encontrará otras formas de relación pues "el montañismo" en realidad son las personas que lo practican, nada más, no ninguna institución... Y esas siguen ahí, practicándolo... De hecho más que nunca y a mayor nivel que nunca... y los clubs vacíos...

      Si a Giuseppe le preocupa el Dharma y no la institución, creo que no debe preocuparse.

      Con la búsqueda espiritual (que no el zen) parece que ocurrirá igual. No es tanto "como cambio el dojo o la institución entera para que venga gente" sino entender que quizá el tiempo de los dojos e instituciones ya ha pasado (y quizá también el de las jerarquías espirituales).

      Cada cosa tiene su momento, veremos que nos depara el futuro... si ambas tendencias convivirán mucho tiempo (pues la otra ya es una realidad) o qué pasará...

      Todo esto solo mi opinión, por supuesto. Nada categórico, charlar por charlar...

      Espero la segunda carta con interés.

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  3. Así lo entiendo yo también, Óscar.

    Pero para poder entenderlo así cada uno tiene que ir más allá de los límites y estrecheces de su propia religión, para contemplar ese orden espontáneo en la presente espiritualidad en la que se encuentra de todo, también lo espurio y denigrante, pero también lo auténtico y brillante emerge entre éstos agrupándose y compartiendo, como decía Oskar, un respeto sincero y curioso por todas las tradiciones al mismo tiempo que busca un cauce y un lenguaje propios, fresco, renovador y dinámico.

    Ese fenómeno de alguna manera se entiende si uno percibe que algo no va bien en las instituciones o que, directamente, son las institucuones las que fallan, pero si aún espera una reforma de su religión, está mirando aún el fenómeno con los ojos del pasado y se priva a sí mismo de adoptar la perspectiva global necesaria para abordar la cuestión.

    Gracias por la traducción, Roberto. Espero con ganas esa segunda carta.

    Un abrazo

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  4. La vocación de este blog, como pone en la parte superior de la banda derecha, es la de difundir textos y estimular a la reflexión sobre el budismo zen. Esa es también mi elección personal. Estando abierto a todos, es principalmente a aquellos que compartan esa fuente, el budismo zen, como lugar al que acudir para saciar la propia sed espiritual a quienes este se dirige, no porque los demás estén vetados, que no lo están en absoluto y que son (sois) siempre bienvenidos, sino porque la perspectiva, el análisis, las referencias usadas son las propias del budismo y del zen, tanto desde el punto de vista del proceso interior como desde el punto de vista exterior y comunitario.

    Esta elección, la del budismo zen, trás muchos años por mi parte de aversión y de prejuicios relativos a la palabra "religión", finalmente he llegado a la conclusión de que la mejor manera de definirla, siendo occidental, es como una elección religiosa. Otra cuestión es qué se entiende, qué entiendo yo, con el nombre de religión. Religión no es algo que tenga una definición unívoca, depende de cada religión concreta, de cada area cultural y semántica y de cada persona. Incluso dentro del budismo zen, se puede encontrar quien dice que no es una religión (Nishijima), quien dice que sí lo es (Uchiyama) o quien dice que el zen es la religión que está antes de todas las religiones (Deshimaru).

    Sin extenderme más ahora en el tema de qué es o qué deja de ser relgión, simplemente diré que aquello que yo entiendo por religión no consiste en promulgar algún tipo de explicación relativa ni al funcionamiento de la mente (no es una psicología) ni al del universo (no es una cosmología), tampoco se trata de algo para mejorar las propias "perfomances" (materiales, espirituales o psicologicas. No es ni teraoia, ni autoayuda), tampoco consiste en creer en algo, en alguien o en alguna idea y señalaré por último que no necesariamente religión e iglesia (institución) tienen que ser lo mismo, ni apuntar al mismo fin.

    Si aquí insisto a veces en la cuestión de la "institucion religiosa" y de su crisis, no es porque personalmente sienta ninguna particular inclinación hacia lo institucional (de hecho mi práctica, igual que el grupo de zazen de la Cañada que aparece reseñado arriba del blog, funciona al margen de cualquier adscripción insititucional) sino porque en muchos casos es o ha sido a traves de formas, discursos y personas relacionadas con una institución clerical japonesa llamada soto zen (o con su rechazo en mayor o menor medida - como es el caso por ej. de Nishijima. o de Eric Rommeluere) como a mí y a otros nos ha llegado en gran parte el conocimiento de la existencia de una fuente de vida llamada budismo zen. También porque algunos interlocutores, que conozco y con los que intercambio correos, sí que se sienten vinculados, por razones históricas y personales, al ambito institucional del zen, a pesar de ser también críticos en muchos casos con este aun siguiendo dentro, y creo que aportarles textos y reflexiones al respecto tal vez pueda contribuir a esclarecerles personalmente en ese sentido.

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    1. "La vocación de este blog, como pone en la parte superior de la banda derecha, es la de difundir textos y estimular a la reflexión sobre el budismo zen."

      Cada uno tiene que entender y responderse como dar salida de la manera más conveniente a la coyuntura que vive y al bagaje acumulado a esa fuente de vida que constituye su centro vital personal.

      El tiempo dirá, siempre que permanezcamos lo suficientemente alerta y disponibles, si se está escribiendo la última página de un cementerio de elefantes o si se dejó escapar la oportunidad de soltar aquellos presupuestos necesarios en el pasado pero lastrantes en el presente.

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  5. Espero que se esté escribiendo la última página de un cementerio de elefantes. Eso es lo que precisamente pronostica Jiso en su escrito.

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  6. Yo, para decirla francamente, soy de un parer bastante diferente de lo de Forzani. Me parece que el mayor problema del Zen europeo fondamentalmente se llama Deshimaru. Ha sido Deshimaru a hacer lo mas por la difusion del Zen en Europa, con pero una actitud bastante sectaria en la cual el decia de ser el unico a detener la verdad del Zen y la herencia de Sawaki.
    Esa actitud se verifica todos dias aqui en Francia, donde todos los tentativos de hacer algo conjuntamente con gente de la AZI fracasan por razon del veda de los dirigentes, que se ve que no ensenan el Zen, pero bien si el "Zen de Deshimaru".
    No sé si por esa influencia u otro, pero para mi, el problema maximo del zen es esa fragmentacion extrema donde nunca se puede reconocer a otro maestro su legitimidad. Por ejemplo, una vez a Angouleme, creo, habia dos grupos, uno AZI y otro Jacques Brosse. Como el grupo AZI tenia problemas de local, alguien que iba a todos dos los grupos propuso que se unieran. Pero la direccion de la AZI djo que no, que "Jacques Brosse era un disidente". Con la ipocrisia, pués que, al morir de Jacques Brosse, la AZI le consacro una grande pagina en su periodico.

    El sistema reportado por Dogen donde un maestro dice que uno tal de los tales es su heredero, es cosa buena, porqué permite de evitar que uno se improvize "maestro de zen". No es para nada una garancia de qualidad. Pero es suficiente. Cierto no necesitamos los interminables grados de jerarquia de la Sotoshu. Pero, como dicen los catalanes, "entre més i poc, i ha un mitg".

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    1. Salut Michel, est un plaisir pour moi te trouver ici. Tu dites que ton opinion est différente de celle de Forzani, j'aimerais savoir pourquoi

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  7. Quiero anadir otro. (Disculpeme, non logro a tener las letras espanolas). A Sevilla, hay diferentes dojos, por lo menos dos AZI, uno vasalo de Triet, el otro vasalo de Rech. A Pau, los vasalos de Faure han hecho secesion por ser el dojo vasalo de Rech. A Turin, la heredera de Daido Strumia ha exigido denaros de sus dojos afiliados por sostener su dojo, porqué, por su rigidéz, lo habia vaciado de membros.
    Mientras, en los EEUU, veo que se organizan sesshins donde hay diferentes maestros invitados para dar lecciones.

    Mi conclusion es que hay en Europa una vision demasiada feodal y autoritaria, por la cual los miembros de un dojo deberian ser "propriedad" del maestro al cual sono afiliados. Eso es imbécil, danoso y contro producente. El resto son detalles.

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    1. Es cierto que gran parte de los problemas del zen en Europa derivan de Deshimaru, también es cierto, hay que reconocerlo, que una gran parte de los que practicamos el zen es gracias a su labor (yo empecé a sentarme por un libro de Deshimaru que leí, tu hermano en el Dharma, Eric Rommeluere, al que estuve unido durante muchos años, también empezó con él, aunque tras su muerte se distanciara de Deshimaru y del Soto zen, etc.).

      Pero, ¿no crees que en realidad, habría que ir más atrás para buscar el origen de las "anomalias" del desarrollo del zen, no solo en Europa, sino en todo Occidente?

      Por destacar algunos elementos de estas "anomalías":

      Creo que la situación en América, aunque "políticamente" pueda que sea algo más razonable, desde un punto de vista "espiritual" no es mucho mejor. También allí Sunryu Suzuki (aunque algo mejor "formado" que Deshimaru) es "divinizado" y consintió en vida con esa "divinización", y pecó de la la misma avidez de discípulos que Deshimaru, conductas todas ellas no demasiado budistas.

      Y yendo más atrás, creo que fue el otro Suzuki, Daisetsu Teitaro Suzuki el que primero difundió en Occidente una idea falsa de un zen épico, exótico y falso, provisto de unos supuestos "maestros zen " dotados de unas capacidades incomprensibles y casi sobrehumanas, labrando así la tierra para que después pasase lo que pasase.

      E incluso más atrás, remontándonos a mediados de ss. XIX, a la era Meiji, habría tal vez que indagar en el florecimiento de el hiper-nacionalismo japones y sus ambiciones de expansión, no solo territorial y política, sino también espiritual.

      En vez de todo esto, ¿qué es lo que hizo Bodhidharma para extender el zen en las tierras de China?, ¿crear grandes templos?, ¿buscar discípulos?, ¿predicar, difundir y publicar que SU zen era el zen de los budha y de los patriarcas, el único y VERDADERO zen?, como si hubiese un verdadero zen, un verdadero y único budismo, cuando en realidad hay miles. No, se sentó frente a un muro, calladamente, rechazó el ser molestado y realizó el trabajo de las lombrices... y así, después, sin preocuparse de nada, el chan nació y su acción fructificó en millones de seres.

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    2. Bién de acuerdo, particularmente a proposito de Deshimaru. Lo que dices a proposito de el es exacto, yo no digo otro. Lo que dices también a proposito del militarismo es exacto: en mi opinion, demasiada gente viene al Zen a través de las artes marciales; no que sea equivocado pero a veces esa gente traslada en su vision del Zen un marcialismo que no hay que tener.
      Temo que la divinizacion de los maestros es a veces inevitable, propio por lo que dices de Suzuki, y por cierto por otros. Mi opinion es que hasta yo podria caer en este gancho, y por eso ensayo siempre tener me bajo vigiliancia. Creo que haga lo mismo Brad Warner.
      Por Bodhidharma, yo por ser historiografo, advirtio siempre que la leyenda no puede ser la realdad. No hay que confundir los dos, a pesar de la verdad que contiene todo modo la leyenda. Yo me tengo por eso al ensenamiento de mi maestro, Nishijima, las tres verdades y la una realdad, sobre todo despues haber descubierto que el Dante Alighieri, en dos de sus letras menciona algo muy parecido.
      Pero soy seguro que una parte de los problemos que tenemos en Francia, Espana y Italia son algo diferentes de los de Alemana y Inglaterra y sobre todo EEUU, aun se hay también similitudes. Por nos, el mas urgente es librarnos de la mentalidad feodal que nada tiene que ver con el Dharma, y eso es todo. Si queremos agir sobre todos los puntos que séan problematicos a lo mismo momento, no lograremos nada. Hay que trabajar sobre el punto mas cuestionable, eso no puede esperar.
      Los trajes, las ceremonias, etc., son cosas que cada uno puede verse a su comodo: no son lo mas del problema, no lo creo.

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    3. Que los trajes, las ceremonias, etc. no son el problema es algo en lo que estoy de acuerdo... siempre y cuando no se diga y no se crea, que el budismo, que el zen son los trajes, las ceremonias, etc. Y esto a veces ocurre, tal vez con demasiada frecuencia. Por ejemplo, leí una vez en un blog zen que el administrador de ese blog decía -tal vez hubiera bebido más de la cuenta, el administrador o puede que yo :)- que el verdadero zen (trasmitido, por supuesto, por Deshimaru) estaba en la gen-mai, una sopa de arroz.

      Respecto a tu trayectoria, te confesaré que hay algo que, desde siempre, ha hecho que confíe en tí, más allá de aquellas formas de las que nunca he tenido necesidad (en este caso la trasmisión, el kesa, etc.), y es el hecho de que tú, que yo sepa, no vives, ni has vivido nunca del zen, sino de tu trabajo como luthier.

      Tanto Brad como Eric, dicen cosas interesantes, y yo estoy de acuerdo con muchas de ellas. Pero desde el momento en que convirtieron la espiritualidad o la religión en su forma de vida, en su "business", sentí que mi camino se separaba del de ellos. Uso los términos espiritualidad" y "religión" por convención, siendo consciente de que en el budismo, hablando estrictamente, "espíritu" no hay ninguno; y así mismo de que en el budismo "religión" no consiste en creer en "algo", y también de que, y esto creo que debería de valer también para otras religiones como la cristiana, "religión" no es, no debería de ser, igual ni a "iglesia" ni a "insititución".

      Se bien que la historia de Bodhidharma, en términos históricos, es una pura y simple leyenda, y que puede que Bodhidharma ni siquiera existiera. Sin embargo si que creo que esta leyenda (y tanto la literatura hinayana como la mahayana están llenas de leyendas, estrictamente inverosímiles) pueden tener y han tenido, si se las lee bien. un valor altamente simbólico que sirva para orientar la práctica.

      Imagino que esto, aprender a releer y a deconstruir las "leyendas" budistas, rescatando aquello que sin embargo es significativo y útil para nuestra vida como budistas que vivimos ahora y aquí, es también una buena manera de librarnos de la mentalidad feudal.

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